Miguel Ángel Luque, montañero: «La montaña me da libertad»

Miguel Ángel Luque reconoce en esta entrevista no es un obstáculo para disfrutar del deporte

FADEC | Miguel Ángel Luque Zafra (Loja, Granada, 1967), se ha hecho este año con el segundo podio del Campeonato de España de Carreras de Montaña y se prepara ya para el Campeonato de Andalucía de Tiro Olímpico. La montaña le ha devuelto la vida después de quedarse ciego hace cuatro años en un accidente laboral. Ahora, respira libertad en cada carrera y se declara fuerte para emprender nuevas metas.

¿Qué le aporta la montaña?

Nunca había sido deportista. Tengo 50 años y a los 20-22 hacía un poco de fútbol, pero después el trabajo no me dejó tiempo para el deporte. Ahora la montaña me da mucha libertad. Yo cuando me quedé ciego el primer año estaba en casa sin hacer nada. La ONCE siempre me ofrecía muchas cosas pero entré en depresión y no me animaba a hacer nada. Y a raíz de una carrera que hubo en Loja, mi cuñado conoció a Emilio, un ciego de Sevilla, que también compite con nosotros, y fue cuando se interesó por esto. Y promovió lo de hacer un equipo de montaña por sacarme un poco de casa. Me fue tan bien, tanto en lo personal como en lo deportivo, que ahí estamos. A mí la verdad es que me da mucha libertad poder correr otra vez. No puedes ver, pero tienes todas las sensaciones que antes tenía. Y la verdad es que si, si me está aportando mucho.

Como granadino, ¿Sierra Nevada significa mucho para usted?

Sierra Nevada mucho. De hecho este año pasado es la primera vez que he aprendido a esquiar y ha sido una experiencia muy buena.

¿Algún pico por el que sienta especial debilidad?

El Veleta por su puesto. Este verano lo hemos subido una vez. Allí preparamos la subida de 2.000 metros del Campeonato de España de León. Fue una sensación muy bonita.

¿Cuáles son los valores humanos que se asoman en una carrera de montaña?

Los más importantes, imagínate, llevas dos personas que se hacen cargo de ti en prácticamente todo. No solo ya en la carrera, porque te van ayudando a andar, hay muchos inconvenientes muchas piedras, altibajos, caídas, pero es un equipo que prácticamente te lo hace todo. Se ocupan de ti como si fueran mi mujer en ese momento, y ahí es donde destaco la calidad humana de la gente que se ofrece a llevarte porque no todo el mundo es capaz de aguantar el trabajo que tenemos un día tras otro.

¿Hay que subir muy arriba para disfrutar de la montaña?

Bueno sí. Esto es como todo, al principio vas haciendo pequeñas subidas, carreras de 8 o 10 kilómetros, y poco a poco. Pero igual lo disfrutas cuando no hay mucha pendiente que cuando es peor. Es cuestión de ir empezando y de meter a la gente en esto porque la verdad es que es muy difícil arrancar a que una persona ciega se lance a subir y a correr. Cuesta, cuesta mucho trabajo.

¿Y exige mucha preparación física?

Si, si exige. Al principio lo pasas muy mal porque tienes que estar muy bien preparado en el aspecto físico. Las carreras que nosotros hacemos, los kilómetros y las pendientes son las mismas que las que hacen las personas videntes. Te lo ponen muy difícil, algunas carreras en las que hemos tenido que trepar por tierras con cuerdas, eso conlleva un riesgo, pero bueno, tenemos que igualarnos a todo el mundo.

¿Qué pautas de seguridad hay que respetar en la montaña?

Si vas como mí caso que voy con dos guías siempre, siempre, siempre hacerles caso a ellos. No te puedes en ningún momento soltar de la barra porque estás indefenso, siempre tienes que ir bien cogido a la barra.

¿Qué representa ese título como segundo del Campeonato de España conseguido en Castellón en cuatro carreras?

Esto te da mucho ánimo. Yo ya tengo cumplidos 50 años. El primero clasificado es 15 o 20 años más joven, el tercero podría ser mi hijo. Así que me da mucha ilusión, solo por la diferencia de edad es un logro estar ahí arriba.

“La edad no es inconveniente”

50 años ¿son muchos años? ¿La edad un inconveniente para este tipo de competiciones?

No, en principio no si se cuida uno un poco, no es un inconveniente. Tienes que cuidar mucho el peso porque haces mucha pierna y hay que estar bien preparado. El peso hace sufrir mucho. Pero en principio es algo viable para una persona de mi edad y me atrevo a decir que cinco o seis años más se puede practicar bien.

¿A qué cree que se debe esta eclosión por el trail running, correr fuera de pista por senderos de montaña está muy de moda, ¿no cree?

La verdad es que sí, que hay un auge. Prácticamente todos los pueblecitos de Granada y Andalucía tienen su carrerita. Porque quien está mejor preparado compite y quien no disfruta del campo, del paisaje que eso también es muy bonito, y eso es lo que a la gente le está animando tanto.

Un accidente laboral le dejó ciego hace cuatro años. En lo personal, la adaptación a su nueva situación ¿fue muy traumática o el espíritu deportivo le ha ayudado a superar ese trance?

A mí eso es lo que me ha ayudado más. Yo el primer año, tras el accidente, lo pasé francamente mal, estuve con sicólogos, pero al final mi mejor sicólogo fue mi cuñado que me invitó a correr. Y te ha dado otra perspectiva de la vida. Bueno, me ha pasado a mí, como le podría haber pasado a otro, y no puedo estar todo el resto de la vida quejándome. Y decides tirar para adelante. A mí me ha ayudado muchísimo. He hecho muchos amigos en la competición casi todos con un problema similar al mío, entonces hablamos, a veces nos quejamos y muchas vedes nos reímos que es lo importante.

¿Qué ha aprendido en este tiempo?

Sobre todo la calidad humana de la gente. Te das cuenta cuando la gente está contigo. Gente que se vuelque contigo a llevarte, a traerte, a correr contigo un día tras otro, también renuncian ellos a muchas cosas para estar contigo, y ahí valoras mucho la calidad humana de la gente.

¿En qué ha cambiado su vida?

Por lo menos no veo mi futuro tan oscuro. En un principio piensas que no sirves para nada, te aíslas de la gente, y con esto te das cuenta que la gente te sigue valorando, que sigues teniendo vida, que es lo más importante.

También hace atletismo y tiro olímpico, toca todos los palos. ¿A qué aspira ahora?

Este año ha sido el primer año de tiro olímpico en el equipo de la ONCE de Granada, en eso soy muy novato, pero ya he vivido la experiencia de dos campeonatos en este año y es una cosa muy parecida a la carrera de montaña, que se valora mucho la calidad humana de la gente con la que estás. Y también queremos hacer algo de atletismo y estamos preparándonos para el año que viene. Lo mismo competimos en salto de longitud y carreras de velocidad, aunque ahí la edad importa mucho y vamos a probar a ver lo qué pasa el año que viene.

¿Alguna recomendación a las personas ciegas que no se atreven todavía a dar el salto al deporte como un medio de integración en la sociedad?

Sí, pues yo les animo a que no se vengan abajo, que no piensen en ningún momento que no van a ser capaces, que gente que haya hecho en su vida menos deporte que yo no se conocen mucha. Es probarlo y tener la suerte de que te vayas con gente que quiera animarte y le va a ir fenomenal y va a ser superpositivo porque se van a sentir mucho más útiles. Van a dejar de estar siempre en casa, sin nada que motivarle, que lo prueben que se lo van a pasar bien. Aquí lo importante no es quedar el primero o el quinto, lo importante es que van a conocer otra vida y la verdad es que hay que intentarlo porque con el tiempo se van a alegrar mucho, mucho.