Pedro Ramírez, un acérrimo amante del Goalball
«No podría vivir sin el Goalball»
¿A qué se dedicaba antes de ser entrenador?
Antes de ser entrenador, fui jugador. Me tiré diez años jugando al Goalball. Pero ahora mismo trabajo como agente vendedor, a lo que me he dedicado siempre.
¿Cómo y cuándo se inició en este deporte?
Bueno, me inicié en este deporte porque faltó gente en el equipo que había en Jaén. Un amigo mío, Antolín, que había jugado a fútbol sala me pidió si podía jugar y no me lo pensé. Acepté al momento.
¿Desde cuándo entrena?
Pues si estamos en el año 2017, estamos hablando del año 2002, 2003 por ahí.
¿Cuál es su deficiencia visual?
Yo tengo un 65 por ciento de discapacidad y un 25 por ciento de pérdida visual. Es genético, hereditario. Provocado por una enfermedad que se llama ‘Stargardt’, como suena.
Entiendo que el equipo no son solo tres jugadores, sino que está formado por titulares y suplentes, ¿es así, no?
Sí, sí. Tenemos un equipo de seis jugadores, aunque puedes tener en el equipo siete u ocho jugadores. Pero en competición solo puedes subir a cinco jugadores más el entrenador. Actualmente, estoy entrenando a los Olivos de Jaén.
¿Cree que es un deporte menospreciado?
Yo creo que ni se le da la importancia ni se le da la publicidad que se le merece. Yo estoy empezando, es el primer año que lo he hecho, a dar exhibiciones de Goalball por Jaén. Yo a la gente que le hablo de Goalball les enseño vídeos, porque grabo mis entrenamientos y al enseñárselos a la gente les da mucha alegría. Como nombre, las personas no tienen ni idea de lo que es este deporte –nos comenta asombrado Pedro-, pero le explicas cómo se juega y se muestran atentos: “¿Y eso cómo lo hacéis?, ¿Y cómo se siente el balón?, ¿Cómo podéis moveros por el suelo?” –nos dice Pedro que le preguntan casi siempre-. Claro, el suelo cómo está señalizado con una cinta y una cuerda es súper fácil, pero cuando ya has jugado bastante. Pero la gente lo ve como algo muy complicado.
¿Cómo se puede hacer para incentivarlo?
Sobre todo que se le dé publicidad y que se hagan exhibiciones para que la gente pueda verlo. Una vez que lo enseñes engancha mucho, es la experiencia que yo tengo. Yo no tenía ni idea de Goalball, pero cuando lo probé me encantó. Incluso Antolín (refiriéndose a Antolín Lucas, su amigo y coordinador de Deportes de la ONCE en Granada) me preguntó la primera vez que jugué si había tocado alguna vez un balón y le contesté “yo nunca, es la primera”. Él, era antes el entrenador del Olivos y cuando estuve jugando me enganchó a este deporte, pero totalmente (se muestra agradecido a este deporte). Yo ya con 55 años he tenido que dejar de jugarlo porque la rodilla no me lo permite y mi única manera de seguir vinculado al Goalball era ser entrenador. Hice un curso de monitor deportivo de Goalball en Sevilla que lo dio el seleccionador español de Zaragoza, “un tal José no sé qué” (no recuerda el nombre). Y fue fantástico, y actualmente pues dirijo a mi propio equipo.
¿En Andalucía se practica mucho el Goalball? ¿Y en Jaén?
A nivel andaluz, no se practica mucho. Sobre todo en Sevilla y Jaén. Pero en general, está muy parado. Nosotros tenemos dos competiciones al año: una que es la competición española que se celebra en Madrid, y luego, un campeonato de Andalucía que se celebra en noviembre de tres o cuatro equipos. Este año hemos jugado en Sevilla, contra Sevilla, Zaragoza y un equipo portugués. Pero en Andalucía, el Goalball está muy parado. A nivel nacional, el Goalball está muy muy muy pobre. A nivel nacional está más animado, hay bastantes equipos, yo creo que en Andalucía donde se tiene que incentivar más y ciudades como Málaga o Córdoba podrían tener más peso del que tienen, porque personas hay. Yo en mi equipo, el año pasado, tuve tres jugadores que se lesionaron y me he encargado de buscar gente y seguir compitiendo. Estoy súper contento con el equipo que tengo.
¿Suele haber muchos más hombres que mujeres? ¿Existen equipos mixtos?
Sí. Son más los hombres los que lo practican. Hay equipos femeninos que compiten, pero muy pocos. Y equipos mixtos no existen.
Estamos ante un deporte paralímpico, ¿Qué papel ocupa España con respecto al resto de países?
Es el único deporte de ciegos que existe en las paraolimpiadas. España es un país puntero del Goalball a nivel europeo, son muchos años compitiendo.
¿Cómo se organiza un entrenamiento de Goalball?
Nosotros como somos la mayoría vendedores, entrenamos todos los domingos. Tenemos una pista de un instituto que nos ha dejado el director, y allí, montamos y desmontamos todos los domingos el campo. En cinco, diez minutos lo montamos y echamos dos o tres horas. Primero, hacemos una sesión de calentamiento donde calentamos todos y ya luego hacemos ejercicios de defensa y ataque con todos los jugadores.
Gran parte del juego pasa por escuchar los cascabeles de las pelotas, ¿Tendréis un sentido de la audición y de la orientación bastante desarrollados, no?
Sí, sí…lo fundamental de este deporte es que el jugador tenga un oído muy fino. Está claro. El oído es lo más práctico para esto.
En este deporte, ¿Es más importante el físico o la fuerza mental?
Lo físico tiene bastante importancia. Está cincuenta-cincuenta. Tanto el físico como el oído son importantes en este deporte. Porque date cuenta que este deporte se trata de parar el balón, levantarte, lanzarlo, tirarte otra vez al suelo,…tienes que tener buena preparación física y buen oído.
¿Qué le aporta este deporte?
A mí me ha aportado lo mejor de mi vida. Yo tengo en el estado del Whatsapp (risas), si lo ves, ‘disfruto con el Goalball’ porque yo he jugado toda mi vida al fútbol sala, cuando entré en la ONCE jugué en el equipo de fútbol sala de la ONCE, pero ya por los años y por la rodilla tuve la posibilidad de jugar al Goalball. Y me siento muy realizado con este deporte. Es importantísimo en mi vida, no podría vivir sin el Goalball.
Me quedo con el día que ascendimos de tercera a segunda división. Un momento bastante bonito para mí.
¿Cuál ha sido el mejor momento que le ha dado el Goalball?
Me quedo con el día que ascendimos de tercera a segunda división. Un momento bastante bonito para mí.
¿Alguna anécdota?
Ah bueno sí (se ríe), tengo una anécdota muy buena. En el partido del ascenso que te he comentado íbamos empatando, bueno miento, ¡íbamos ganando por un gol!. Entonces, yo paré un balón y salió rebotado directo a la portería, y yo con las gafas y todo lancé una patada al aire a ver si lo pillaba y conseguí darle a la pelota. Pero el árbitro se pensó que yo había visto, porque como me di la vuelta y le di una patada, aunque realmente salvé el gol y conseguimos ascender. El árbitro incluso me miró las gafas, fue una cosa muy bonita, muy bonita.
¿Qué le gusta hacer en tus ratos libres aparte de practicar Goalball?
A mí nada. Yo vivo para el Goalball. Me meto en internet, veo partidos, planifico entrenamientos, me muevo para buscar el transporte. Siempre subimos a Madrid a competir y he conseguido una furgoneta de nueve plazas para ir todo el equipo. Todo esto nos lo costea la federación. Pero desde que me hice responsable del equipo, intenté buscar transporte para subir y bajar de Madrid. Yo todo mi tiempo lo dedico al Goalball y a la venta, claro. Compagino ambas cosas, pero siempre estoy pensando en el Goalball. Si ves mi Whatsapp tengo Goalball, si ves mi Facebook solo tengo Goalball, en todos lados tengo el Goalball. Vivo en este mundo.
Por último, ¿Qué le dirías a la gente para que se anime a participar de este deporte?
Yo solo le diría una cosa: que lo vean. Una vez que lo vean ya les va a picar el gusanillo, que ni jueguen. Solo con verlo le van a entrar ganas de practicarlo. Si hay personas con una minusvalía que es capaz de practicarlo porque no lo va a poder hacer cualquier persona. Te voy a poner el ejemplo de mi hijo, que tiene 28 años y él me dijo un día que lo iba a intentar. Se puso, se puso y se tuvo que rendir diciéndome “lo siento papá, esto es muy difícil”. Que sí, necesitas mucho tiempo, pero al final es muy bonito. Espero que contéis conmigo en todo lo relacionado con el Goalball.
