Sonia Rivero, tiradora olímpica: “La carabina es una extensión de mi brazo”

Sonia Rivero en la sede de la ONCE de Málaga

Cristian Díaz | María Sonia Rivero Fernández, (Málaga, 1980). Además de su condición de agente vendedor ONCE, tira con carabina de aire comprimido. Regresó a la competición en 2017. Desde entonces ha conseguido un subcampeonato de España en ese mismo año y dos campeonatos de Andalucía consecutivos. Se considera muy cinéfila. Entre sus preferencias cinematográficas se encuentran las películas de fantasía y terror. Siente pasión por la música, en general, y, en concreto, por los ritmos latinos, aunque se decanta por los artistas nacionales.

¿En su vida normal, usted tira con bala o su carácter es, más bien, tímido?
“Uff… Depende de la ocasión (sonríe). Depende del momento y de la situación. Normalmente, soy paradita. Tiro las balas cuando es necesario”.

¿Cómo fue su idilio con el tiro? ¿Se interesó usted por ello o le plantearon que se acercase a este deporte?
“Mi idilio con el tiro fue en 2001. Se montó el taller en la ONCE de Málaga y tanto mi marido como yo fuimos a echar un vistacito. Nos enganchamos. Somos los dos un poco picones el uno con el otro. Así empezó nuestro romance, entre las carabinas y los balines”.

¿Tu marido tiene también discapacidad visual grave?
“Si, también es afiliado”.

¿Qué les dijeron en casa?
“Nada. Curiosidad, sobre todo. ¿Qué hacéis vosotros dos tirando…? El chiste de qué hacen dos ciegos tirando tiros. Es más curiosidad. La verdad es que tuvo muy buena aceptación. Fue una cosa innovadora, que nunca habían visto, y tuvo muy buena aceptación”.

EXTENSIÓN DE TU BRAZO

¿Cómo fue su primer encuentro con una carabina?
“Mi presentación con la chiquitina, como yo la llamo… Yo no había cogido una carabina, una escopeta ni una pistola de juguete en la vida, pero teníamos unos instructores bastante profesionales en el tema. La primera toma de contacto, muy bien. Es una sensación un poco rara de: dónde pongo las manos, esto cómo se coge, la incertidumbre de esto cómo va… Pero, a medida que te vas tratando con ella y la vas conociendo, es una extensión de tu brazo”.

¿Y su primer disparo?
“No sé. Seguramente fuera hasta fuera de la diana. Para quien no conozca la metodología del tiro, nosotros tiramos Por oído. Primero, tienes que conocer el sonido de lo que tú vas a tirar antes de tirar, así que te tienes que acostumbrar al sonido y saber dónde tiras. Seguramente fuera malo… horroroso, hasta que cogí el sonido correcto para dar en su sitio”.

Ahora que es una experta en el manejo de esta arma. ¿Qué siente con ella entre sus manos?
“Es una extensión de mi brazo. Resulta que cuando lo he vuelto a retomar ha sido con la misma carabina con la que yo empecé. Ya conoces cómo pita, dónde tiene las muescas, como escupe el aire…”

¿En qué consisten sus entrenamientos?
“Nuestros entrenamientos, hoy por hoy, consisten en: estiramientos, un poco de respiración, un poco de estar en escucha para coger el sonido. Y, después de unos 15 ó 20 minutos, ya depende la rutina que marque el entrenador. A lo mejor, son tiradas de 20 tiros y cambias de posición… o tiradas completas… Dependiendo, si se acerca un campeonato, es más intensivo para la prueba…”

¿Cuánto tiempo le dedica a la carabina?
“Menos del que yo quisiera (risas)”.

Una estimación…
“Como entreno lo que se nos permite aquí, porque las carabinas pertenecen a la ONCE, seis horas semanales. Dos días a la semana, tres horas cada día”.

¿Qué le exige la carabina?
“Mucha concentración, poco nervio y mucho respeto ante un arma que no deja de ser un arma por mucho aire comprimido que sea. Sobre todo, exige: concentración, respiración y respeto. El saber qué estás haciendo con lo que tienes en las manos”.

«Hay mucho loco»

¿Qué le aporta el tiro a su vida cotidiana?
“Es una vía de escape. En días estresantes de trabajo vienes y desfogas. Es una forma de soltar adrenalina, estrés o lo que tú quieras, y salir de la rutina”.

Ha conseguido diferentes trofeos. ¿Cómo se prepara mentalmente a la hora de afrontar estos desafíos?
“Yo me los tomo con la mayor naturalidad del mundo. Soy muy competitiva, pero hacia mí misma. Si gano, bien. Si no gano, nada.”.

¿Conoce a sus compañeras de campo?
“A muchas de ellas, sí”.

Llevan armas… ¿Se llevarán bien…?
“(Risas) Sí, sí. Hay buen rollo y deportividad, sobre todo. Más con las de Andalucía que es con las que más trato tenemos. Hay compañerismo. Son muy buenas compañeras”.

¿Qué herramientas le permiten desarrollar su afición?
“A parte de la carabina, llevamos un traje especial y unas botas. El traje pesa lo más grande porque es de cuero y piel. Te ayuda con la estabilidad”.

¿Qué le permite tirar…?
“La mira de la carabina es lo que te permite escuchar el blanco. En vez de mira telescópica, que es la que más usualmente se utiliza para estas cosas, es una mira que transforma la luz en sonido. Es con lo que nosotros apuntamos”.

En EE.UU., la compra de armas genera muchos ingresos, pero su uso, como vemos en los medios de comunicación, causa bastantes dramas. ¿Qué piensa al respecto?
“La venta de armas a diestro y siniestro no me gusta. Hay mucho loco suelto. Quien tenga un arma tiene que tener la cabeza muy centrada. Esto de la venta de armas a quien las quiera me parece una barbaridad”.

¿Qué les diría a las personas ciegas o con discapacidad visual severa para que se animen a practicar este deporte?
“Les diría que se animen a probarlo. Es una cosa muy curiosa. Van a encontrar un deporte tranquilo, dentro de que tienes una presión porque es cuestión de escuchar sentir y disparar. Es una modalidad de deporte distinta a todas las que estamos acostumbrados: el fútbol, el goalball, el ajedrez y todas las categorías del atletismo… Está fuera de lo que conocemos”.

¿Cómo le apoya la ONCE para que pueda practicar este deporte?
“ONCE nos da el material necesario para practicar el deporte: tanto la localización de la galería, la cual tenemos aquí una en Málaga de tres puestecitos, carabinas, material de plomo, los blancos… Todo lo que necesitamos para practicar el deporte. Fuera, cada uno puede comprarse su material propio… Cada uno es libre, pero, normalmente, nos proporciona lo necesario para tirar”.