Marta Gómez, nadadora paralímpica en la categoría S13

Marta Gómez, en Sevilla

“Con la natación me siento libre”

¿Desde cuándo practica la natación?

Comencé con ocho años y descubrí que me gustaba mucho porque era un deporte en el que me sentía muy libre, en el que no existen barreras ya que lo puede practicar todo el mundo. Al principio iba a nadar como un hobby, pero llegó un punto en el que ya me quise dedicar a la natación y apostarlo todo para llegar a lo más alto. Ese momento llegó cuando yo tenía 17 años y fueron los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008, vi que compañeros míos que habían estado conmigo desde pequeños en concentraciones habían llegado a ir a esos Juegos, entonces me empezó a picar el gusanillo de que yo también quería llegar a ese nivel. Al año siguiente fui a mi primera competición internacional, concretamente al Campeonato de Europa y Campeonato Mundial de piscina corta. La decisión clave fue ya cuando en 2011 decidí trasladarme a Madrid para entrenar en el CAR en mejores condiciones.

¿Por qué decidió cambiar su vida en Sevilla por la de Madrid?

Desgraciadamente en Sevilla no tenía las mejores condiciones para poder llevar un entrenamiento de alto nivel porque no existen piscinas climatizadas de 50 metros que es donde se realizan las competiciones internacionales y las clasificatorias para estas competiciones. La diferencia de entrenar en una piscina de 25 metros y competir en una de 50 metros es abismal. Por otro lado también es importante entrenar con un grupo de gente que tiene el mismo objetivo que tú puesto que ayuda a mejorar la calidad del entrenamiento porque tienen el mismo objetivo y por suerte en Madrid pude entrenar con los mejores.

¿Qué supuso ese cambio en su vida?

Irme a Madrid ha marcado un antes y un después en mi vida porque fue apostarlo todo para empezar una nueva vida completamente diferente. Fue muy duro porque dejé atrás toda mi vida en Sevilla, familia, amigos, y me centré completamente en el deporte. Después es un día a día muy exigente, muy disciplinario, donde es la misma rutina cada día y hay que ser muy fuerte, incluso en esos días de bajón siempre estás rodeado de gente pero a la hora de la verdad necesitas a tu familia o tus amigos de siempre.

Compite en la categoría S13, ¿podría explicar en qué consiste esta categoría?

En natación tenemos catorce categorías de discapacidad, de la S1 a la S10 son categorías reservadas a personas que tienen discapacidad física o parálisis cerebral. Después de la S11 a la S13 están reservadas para personas con discapacidad visual, S11 para personas ciegas total, S12 deficientes visuales con visión reducida y S13 para personas con discapacidad visual con un resto de visión mayor que la S12. La S14 es ya para discapacitados intelectuales. Actualmente competimos S12 y S13 juntas, han dejado únicamente dos pruebas que son los 50 metros libres y los 100 metros espaldas para competir por separado. En un futuro es probable que se unifiquen todas las pruebas de estas dos categorías.

¿Cómo se ha sentido en los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro 2016?

Ha sido una experiencia increíble, ha sido como el colofón al trabajo que he venido realizando en los últimos años. Me he sentido muy satisfecha por haber llegado tras todo el trabajo que he hecho anteriormente, además me he sentido muy orgullosa de vivir la experiencia que todo deportista le gustaría vivir.

¿Ha visto mucha diferencia entre Río 2016 y Londres 2012?

Se comentaba que los Juegos de Río no llegaban a la altura y tendrían bastantes carencias pero nosotros no hemos notado nada, no han sido tan lujosos como los de Londres pero son unos Juegos Paralímpicos. Habíamos luchado mucho para llegar allí y lo disfrutamos tal cual. A nivel personal en estos Juegos he disfrutado más, porque en Londres los nervios de ser mis primeros Juegos me pasaron factura en ese sentido.

“Mireia Belmontes es un ejemplo a seguir”

Si tuviera que elegir un momento de estos Juegos de Río 2016, ¿con cuál se quedaría?

Me quedaría con dos momento: la ceremonia de inauguración, porque siempre es especial y es un momento increíble que no se puede explicar con palabras, fue increíble en Londres y yo pensaba que no me iba a sorprenderme tanto porque era un momento que iba a vivir por segunda vez pero me emocioné igual. El momento de dar la vuelta al estadio es mágico. Después el segundo momento es por supuesto la final de los 400 metros libres, que aunque no estoy muy satisfecha con el resultado no deja de ser una final en unos Juegos Paralímpicos. Era mi primera final y el querer vivirlo tan intensamente me pudo pasar factura, esos nervios no me dejaron encontrar esa ansia de saber que estaba nadando en una final.

¿Qué características le definen como nadadora?

Soy una nadadora muy trabajadora, luchadora, me gusta siempre dar lo mejor de mí, quizás también muy perfeccionista porque aunque haga algo bien siempre le busco un fallo para poder seguir mejorando. Luego también me considero una nadadora de fondo porque tengo muchísima resistencia, por así decirlo es como un motor diesel que una vez que pones el ritmo ya aguanta y no lo baja.

Hasta ahora en su carrera deportiva, ¿cuál ha sido el mejor momento que ha vivido?

Quizás me quede con los dos Juegos Paralímpicos y con el Campeonato del Mundo de Montreal donde gané la medalla de Plata. Al conseguir esa medalla de plata sentí mucho orgullo, mucha felicidad y fue una gran recompensa al trabajo que había hecho durante ese año que fue cuando pude nadar a nivel internacional mi prueba, entonces quizás fue un campeonato muy ansiado, muy esperado y la verdad es que me sentí muy feliz.

¿Cuál es su ídolo deportivo en la natación?

Sin duda me quedo con Michael Phelps, es el mejor nadador de la historia y lo ha demostrado una y otra vez, tuvo un parón y volvió con las dudas de todo el mundo de que quizás ya no sería el mismo pero en Río ha callado muchísimas bocas e hizo una competición espectacular, es el mejor, no se le puede comparar con nadie. En España Mireia Belmonte es sin duda el referente de la natación en este país y gracias a ella este deporte está siendo cada vez más seguido y está teniendo más repercusión. Es un ejemplo a seguir de constancia, de disciplina, de trabajo duro, pero sobretodo de competir, de garra.

¿Echa en falta más atención al deporte paralímpicos por parte de los medios de comunicación?

Cuando yo empecé a ir a competiciones internacionales la repercusión era inexistente, se enteraban en mi casa y ya está. Respecto a los Juegos Paralímpicos de Londres y los de Río de este año ha habido un cambio muy grande a mejor, pero sí es cierto que es siempre en año de Juegos Paralímpicos. Es verdad que yo me he sentido muy respaldada en los Juegos Paralímpicos de Río y eso es de agradecer porque el aliento de la gente nos empuja cuando estamos en la piscina. Pero queda mucho por hacer para que no se acuerden de nosotros un mes cada cuatro años. La verdad que se reclama mucho más porque yo creo que si los medios de comunicación se hicieran eco del deporte paralímpico la gente lo seguiría más

Al margen del deporte, usted tiene el título de graduada en trabajo social, ¿por qué se interesó por esa profesión?

Me encanta el trabajo social y ese trato humano que se tiene con las personas, me gusta saber que puedo ayudar a los demás y que puedo darles las herramientas y enseñarles como ellos mismos pueden resolver sus propios problemas. Mi vocación es el trato humano, son las personas y creo que no hay profesión que refleje mejor eso que el trabajo social.

¿Cuál es el próximo reto que quiere alcanzar tanto a nivel deportivo como en su profesión de trabajadora social?

Como trabajadora social quiero tener la oportunidad de poder trabajar y ejercer como tal en una empresa y que trabajemos juntos conforme a todos esos valores que me ha ido inculcando el deporte, que son muchos y que he ido inculcando en mi vida personal y quiero inculcar en mi vida profesional. A nivel deportivo quiero seguir disfrutando con lo que hago, quiero seguir disfrutando de la natación y seguir aprendiendo de este deporte.